Día de muertos en México
Un viaje místico de tradición y simbología
El día de muertos sin duda es una de las celebraciones más emblemáticas
de nuestro país que nos permite conectarnos y prepararnos para recibir las
almas de los seres queridos que han fallecido, tradición en la que se festeja la
muerte con: altares, comida y flores; día en que se le puede dar a la muerte un
sentido humorístico. Esta celebración va mucho más allá de recordar a quienes
se han ido, representa la historia de nuestros antepasados, su origen y la veneración
de las almas, guiadas por actividades representativas que con el tiempo se han
ido olvidando.
En la época prehispánica mexicana, los mexicas viajaban después
morir a través de las 9 regiones del inframundo, se creía que el cuerpo humano poseía
una entidad intangible e inmortal “el alma”.
Para los mexicas, el Mictlán era el lugar de los muertos,
donde los fallecidos atravesaban durante cuatro años por un proceso de desapego
porque dejaban el cuerpo y las emociones a su paso por las nueve regiones
existentes para alcanzar la paz. A Mictlán llegaban todos los muertos que murieron
de casusas naturales, sin embargo, había otros lugares donde se llegaba por distintas
causas de muerte. Para llegar a este lugar se tenía que cruzar un rio con la
ayuda de un perro “xoloitzcuintle”.
A la llegada de los españoles se inculco la religión cristiana
donde era visto con miedo venerar la muerte, pero debido a las fuertes
creencias que se tenían se decidió armonizar las costumbres indígenas y españolas
dando origen al día de muertos.
El significado de esta gran celebración, se representa sin
duda alguna en los altares, en los cuales se acostumbra a colocar la comida favorita
de los difuntos, bebidas y dulces, pero de tras de esta actividad hay un trasfondo
de significados simbólicos.
El altar tradicional es de siete niveles, que representan
los niveles que debe atravesar el alma para poder llegar al lugar de su
descanso espiritual. Cada escalón, es cubierto con manteles, papel picado, palmillas
y petates de tule; cada escalón tiene un significado distinto.
1er nivel: se coloca la imagen del santo de devoción de la
familia.
2do nivel: está destinado a las ánimas del purgatorio.
3er nivel: se coloca la sal, símbolo de la purificación.
4to nivel: se coloca el pan que se ofrece como alimento y
consagración.
5to nivel: se colocan las frutas y los platillos preferidos
por los difuntos.
6to nivel: se sitúan las fotografías de los difuntos a los
que se les dedica el altar.
7to nivel: se coloca una cruz formada por flores.
Dependiendo la costumbre de cada familia se pueden realizar altares
de dos o tres niveles, el altar de dos niveles representa la división del cielo
y la tierra y el de tres la tierra, el cielo y el inframundo.
El cempasúchil atrae y guía a las almas de los muertos, así
como también los tapetes que se realizan funcionan para que las ánimas
descansen.
El incienso interpreta un significado importante en la
ofrenda, limpia el lugar de los malos espíritus antes de la llegada de los
difuntos, así como también su aroma es capaz de guiar a los seres queridos a su
ofrenda.
El papel picado representa a los dioses de la tierra, la
lluvia, el agua, la agricultura y el Mictlán, mediante figurillas recortadas en
papel amate.
El pan de muerto tiene varias representaciones que varía
según la región, costumbres y tradiciones, la parte central significa el ciclo
de la vida y la muerte, la bolita simboliza el cráneo o corazón, las cuatro
piezas que cruzan por encima representan los huesos, también hace referencia a los
cuatro puntos cardinales del calendario azteca.
Cada región mexicana tiene sus propias tradiciones, pero
todas tienen rasgos en común que tratan de facilitar el retorno de las almas a
la tierra. Una de las más importantes es la colocación de altares. En ellos no
faltan los pétalos de cempasúchil las velas y comida como el pan de muerto,
hecho a base de maíz y otros vegetales y muy típicos en las ceremonias y
festividades prehispánicas.
Una de las tradiciones alegóricas es el adorno de las tumbas
y los cementerios, que se llenan de flores y velas para honrar a los muertos.
Es habitual que las familias coloquen ofrendas a lo largo del camino que va
desde su casa hasta el cementerio.
En cuanto a las diferencias, cada región de México tiene sus
propias tradiciones. Por ejemplo, en Aguascalientes se celebra el Festival de
las Calaveras, que rinde homenaje a José Guadalupe Posada, creador de la famosa
“Catrina”; en Guanajuato se celebra el 1 de noviembre un Desfile de Catrinas;
en Oaxaca, se construyen la Plaza de la Muerte, con puestos donde se puede
adquirir artesanía local, y se celebran las “Muerteadas”.
El desfile de día de muertos en la ciudad en México es uno
de los desfiles más importantes en todo el país, en el que participan unos
2.000 voluntarios para que todo salga a la perfección. Esta tradición mexicana
milenaria ha atraído la atención de viajeros de todo el mundo, de tal forma en
que se espera millones de visitantes.
Para los mexicanos, celebrar el Día de Muertos es reconocer
que el país tiene una identidad a pesar del gran mosaico de pensamientos que
existe en todo el territorio.
Como tradición en el desfile es ver a la auténticas catrinas,
o bien, llamada Calavera Garbancera, la cual se pintó para representar a los
nativos mexicanos que adoptaban la moda aristocrática europea como vestidos de
gala, guantes formales y abanicos de encaje .
Los turistas ahora buscan experiencias que sean auténticas y qué experiencia más original que venir a vivir el Día de Muertos en el país. Si bien ahora por las condiciones de la crisis sanitaria, se analiza la posibilidad de que la celebración por el Día de Muertos, en nuestra ciudad, se realice de manera especial para esta edición. El mega desfile como lo conocemos hasta ahora podría llegar de manera virtual.